Un ángel se encuentra encadenado y quiere sus alas desplegar para emprender el vuelo hacia la felicidad, pero su alma esta presa y sumida en el más profundo sufrimiento. Y no encuentra como escapar de las garras del dolor y de las penas que le torturan día a día y que no le dejan vivir en paz.
Clama a Dios y tiene muchas dudas y él que se empeña en no escuchar sus súplicas, se ha convertido en un Dios extraño y misterioso para él y por más que lo intenta no entiende sus mensajes, todo es oscuro y no puede visualizar la luz, aunque resplandezca intensamente el sol y el mundo sea de mil colores.
Esta decepcionado, los seres que más ha amado lo han traicionado, se siente ignorado y su espíritu ha quedado reducido a pedazos tan ínfimos como un granito de arena en el mar, ha caído mil veces y se ha vuelto a levantar pero ya no tiene fuerzas para continuar. Se ha dado cuenta que ya no hay amor sin interés, que no hay favores sin recompensas, que no hay caricias sin morbo y que todo tiene el valor que el dinero puede pagar y que los sentimientos están a un nivel que ya no puede alcanzar.
Ama la vida, pero no puede vivir así, ¡que contradicción! Escucha perfectamente, pero sus palabras son mudas para los demás, ama intensamente pero su amor pasa desapercibido, ha luchado toda la vida sembrando semillas de positivismo, de entrega, de desprendimiento, de lucha por los valores y ve con amargura como su cosecha se ha perdido y se pregunta mil veces que fue lo que hizo mal.
Esta en una encrucijada, no sabe qué camino tomar, se ha vuelto débil y temeroso, lo ha perdido casi todo, pero aun conserva intactos sus sueños y cual Ave Fénix deberá recomenzar, la esperanza es lo último que se pierde y aun así le falta mucho por aprender, ¡Ese ángel debe aprender a vivir, a vivir con sus cadenas!
Denniels Akeem
joven, no desesperes y si caes, vuelve a levantar, tus cadenas no podran retenerte para siempre, pues por mas duro que sea el hierro el sudor y el aire oxidaran con el paso del tiempo esas cadenas volviéndolas cada vez mas frágiles y un buen día, se romperán en mil pedazos.
ResponderEliminarCuando llegue ese momento no sentirás pesadez alguna, te sentirás ligero y mas libre que nunca y lo mas sorprendente es que veras que podrás volar incluso sin alas, pues tendrás unas piernas tan fuertes del tiempo que caminaste arrastrando esas cadenas que cuando pegues un salto podrás llegar hasta la mismísima luna, sabiendo ya que nada de aquí te limita.